Existen dos tipos de perdón:
1- El perdón para atacar o falso perdón:
Este tipo de perdón nos ancla en el miedo. Tiene dos variantes:
1.1- Yo víctima inocente, te perdono a ti victimario culpable. Tú eres malo porque me has atacado, pero como yo soy bueno, te perdono.
1.2- Yo víctima inocente, te perdono a ti victimario culpable. Tú eres malo porque me has atacado, pero como todos somos uno, yo soy igual de culpable que tú, y por eso te perdono.
2- El perdón avanzado o perdón verdadero:
Este tipo de perdón nos permite deshacer el error (tanto nuestro como de nuestros hermanos).
Todo ataque es una demanda de amor. Cuando una persona ataca a otra está en ego (falso yo que se cree que se ha separado de la fuente y de sus hermanos). El perdón avanzado reconoce que todos somos 1, por lo tanto no hay separación entre el que ataca y el que es atacado. Los ataques son ego proyectado en otros, pero en un mundo ilusorio no hay nada que perdonar.
Este tipo de perdón nos libera del ego (culpa y miedo) tanto al que perdona como al que es perdonado.
A través de este tipo de perdón, las relaciones se van convirtiendo de relaciones especiales en relaciones santas. La expiación es una cadena eslabonada de perdón. Cuando todos los ataques son perdonados, todas las relaciones son sanadas, pasando de relaciones especiales (de amor especial y odio especial) a relaciones santas.
A medida que los ataques se van perdonando, vamos pasando de un mundo dual (ilusorio) a un mundo real (perdonado), donde todas las relaciones son santas.
El mundo real es la antesala del cielo, donde solo existe el amor puro, inmutable, infinito y eterno.