Desde el punto de vista no dual de UCDM, tanto el espacio como el tiempo son una misma ilusión, con la diferencia de que el espacio estaría «más cerca» y el tiempo «más lejos».
Esta afirmación es muy difícil de entender a nivel racional.
Sólo mediante la meditación, a través de nuestro Maestro Interno (El Espíritu Santo) se puede llegar a comprender, o al menos tener atisbos de lo que realmente significa.
En definitiva, todo lo que sea físico, en realidad no existe. Todo lo que tenga forma o cambie, en realidad es ilusorio. Es el mundo de la percepción. De la misma forma, pasado y futuro son ilusorios. El pasado ya pasó, y el futuro aun no ha pasado. Pasado y futuro coexisten en el presente que es el único instante que existe y es eterno.
El conocimiento, a diferencia de la percepción, es amor puro, inmutable, eterno e infinito. Dios y el Hijo de Dios son 1 y son amor puro.
El amor puro, a diferencia de lo que terrenalmente entendemos por amor, no se puede explicar con palabras. Sólo se puede experimentar.