Oración y Psicoterapia

Nadie en este mundo está libre de miedo, ya que este mundo es una fabricación del ego.

La psicoterapia es la única forma de terapia que existe. Puesto que la mente es lo único que puede enfermar, es e si mismo lo único que puede ser sanado. (pg. 9 anexo a UCDM)

Maestro y alumno, terapeuta y paciente, están todos dementes o, de lo contrario, no estarían aquí. Juntos pueden encontrar una salida, pues nadie encuentra la cordura solo. (pg. 20 anexo a UCDM)

Todos somos alumnos y maestros. El maestro aprende enseñando y el alumno enseña aprendiendo.

Todo el mundo desempeña el papel de paciente y terapeuta. Cada paciente que acude a un terapeuta le ofrece a éste la oportunidad de curarse a sí mismo. Por lo tanto es su terapeuta. Y cada terapeuta debe aprender a curarse con cada paciente que acude a él. De esta manera, el terapeuta se convierte en el paciente. (pg. 34 anexo a UCDM)

 

En el mejor de los casos, es posible que los «sanadores» del mundo – el término «sanadores» tal vez sea cuestionable aquí – lleguen a reconocer que la mente es la fuente de la enfermedad. Pero su error estriba en la creencia de que la mente puede sanarse a sí misma. Esto tiene algún mérito en un mundo donde el concepto «grados de error» tiene algún sentido. No obstante, sus curas siguen siendo provisionales, o bien puede que surja otra enfermedad que reemplace la anterior, pues mientras no se comprenda el significado del amor, la muerte no se ha superado. (pg. 25 anexo UCDM).

El proceso de la psicoterapia se puede definir, entonces, simplemente como perdón, pues ninguna curación puede ser otra cosa. (pg. 31 anexo a UCDM).

Existen dos tipos de oración:

1- Petición desde la escasez (pedir-desde-la-necesidad).

2- Verdadera oración desde la gratitud.

Sólo la segunda sana y te libera del sueño de pecado, culpa y muerte.